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El buen uso de la tecnología en la educación

upfamily uso de la tecnologia con los hijos

La evolución de la tecnología digital no solo ha variado el modelo educativo, con cambios que enmarcan el abandono progresivo de las clásicas herramientas de aprendizaje (como las pizarras y los libros físicos), sino que también ha transformado la vida familiar y el concepto de una maternidad o paternidad positiva.

Los padres y madres han tenido que forjar nuevas relaciones, adoptar nuevas conductas, introducir nuevos hábitos y trazar nuevos límites. De hecho, por más que se asocie las pantallas con la entrada a una dimensión irreal y peligrosa, queramos o no, el ciclo evolutivo nos obliga a integrar el buen uso de la tecnología en la educación.

Si bien en los últimos años, la tecnología digital ha sido blanco de estigmas vinculados con contenidos pasados de tono, adicciones, distracción, sexting, aislamiento, acoso, etc, apostar por el buen uso de la tecnología en la educación implica que tanto padres como madres aprendan a utilizar en favor de los hijos e hijas, todo ese océano de oportunidades disponible en el ecosistema virtual.

La adopción de una postura más receptiva y flexible sobre las consecuencias de la exposición de los peques a las pantallas podría abrir camino a un futuro colmado de adultos con altas competencias profesionales en las carreras del mañana: realidad virtual, inteligencia artificial, desarrollo de sistemas, ciber-análisis citadino, etc.

En Up!family contamos con un curso online en el que compartimos las herramientas necesarias para «Vivir y sobrevivir a las pantallas en familia». Además, en este post profundizaremos sobre el mundo de posibilidades que la tecnología pone a nuestro alcance y el rol que tenemos que ejercer como padres y madres pertenecientes a una era digital.

Los principios de la paternidad en la era digital

Parece ser que los padres y madres actuales solo tienen dos caminos a elegir:

  • Criminalizar el uso y proliferación de las pantallas.
  • Apostar por el buen uso de la tecnología en la educación (con el objetivo de que los niños desarrollen habilidades para integrar la tecnología en sus vidas positivamente).

Dada la relevancia que tendrán los dispositivos en el futuro (y ya en el presente), alinearse con el grupo que mira las pantallas como el ingreso a un mundo de oportunidades, representa la decisión más coherente. Elegir este camino, por supuesto, puede ser caldo de cultivo a todo un oleaje de adjetivos o etiquetas que nos den la distinción de padres permisivos e ingenuos.

buen uso de la tecnologia en la educacion

Queremos señalar que la clave para ofrecer una paternidad y maternidad de calidad en la era digital, reside en el control y en descubrir que la importancia de las pantallas en la educación involucra la compresión de algunos principios. Pero, ¿cuáles son esos principios? Son estos:

  • Acompañamiento
    Nuestro papel como padres o madres cibernéticos no sugiere promover el libertinaje digital, pero tampoco prohibir ni sobre-permitir. Conseguir este equilibrio supone ser responsables y estar vigilantes en sus experiencias con las pantallas, acompañándolos en sus aventuras virtuales, sea en redes sociales, videojuegos, streaming, descargas, apps, mensajes… No se trata de restringir, sino de orientar y supervisar en función de su necesidades.
  • Ser ejemplos a seguir
    Fomentar el buen uso de la tecnología en la educación también implica a que los hijos e hijas vean en sus progenitores la iniciativa de utilizar la pantalla para la adquisición de nuevos aprendizajes, mediante un comportamiento espontáneo y natural. He aquí la importancia de adoptar una convicción que enmarque la proximidad con los dispositivos digitales, desde una perspectiva del desarrollo intelectual, y como no, desde la necesidad de entretenerse sanamente.
  • Implementar hábitos saludables
    Es importante normalizar el uso de las diferentes herramientas tecnológicas con conexión a Internet, para el desarrollo de actividades que aporten en el crecimiento de niños y jóvenes. Todo de forma progresiva y acorde a la edad, en aras de sentar las bases de una autonomía gradual, tomando decisiones sustentadas y racionales.
    Así lograremos edificar sus talentos, potenciar sus habilidades e ir ampliando sus conocimientos sobre el mundo paulatinamente. En definitiva, la interacción de los pequeños de la casa con las pantallas debe nutrirse de hábitos saludables, como la comunicación, la escucha activa, acordar límites y mucho más.
    Ahora, ¿pueden estos factores representar un reto para los padres y madres? Por supuesto que sí. Pero hay que hacer hincapié en los retos y oportunidades que nos brinda la tecnología digital para educar y entretener en el marco de los valores éticos y morales.

El buen uso de la tecnología en la educación: ¿qué beneficios aporta?

Una vez repasados los principios que marcan el camino de comportamiento de los padres y madres en la era digital, conviene destacar que el buen uso de la tecnología en la educación, tanto en casa como en el aula, no solo ayudará a preparar a los jóvenes para el futuro. También aporta otros beneficios que harán que la vida sea más simple y divertida, como los siguientes:

  • Promueve la atención y el entendimiento

Utilizar dispositivos tecnológicos anima a los niños y niñas a prestar mayor atención referente a un determinado tema. Este punto hace que la asimilación del contenido sea más rápida y sencilla.

  • Desarrolla el autoaprendizaje

La tecnología digital tiene la capacidad de estimular a los peques a adquirir conocimientos de manera autodidacta y a ser más independientes a la hora de buscar información sobre alguna actividad que les apasione o una tarea escolar.

  • Estimula el pensamiento crítico

El buen uso de la tecnología en la educación permite un acceso controlado al contenido que se comparte en las redes sociales. Es una oportunidad para agudizar sus percepciones acerca de alguna profesión, deporte, celebridad… El intercambio de puntos de vista a temprana edad es importante para el desarrollo de los procesos cognitivos, sin mencionar que permiten conectarlos con niños o jóvenes de otros países y culturas.

  • Accesibilidad a diversas fuentes de conocimiento

Además de la información compartida en clases, los alumnos y alumnas pueden hallar contenidos o materiales de apoyo adicionales en Internet. Un hecho que puede facilitar su aprendizaje o acelerar un poco su ritmo.

  • Hace la vida más fácil a los maestros

La inserción de la tecnología en la educación también contribuye a la facilitación de las tareas de los docentes, haciendo que la clase sea más dinámica, atractiva y digerible.

Claves importantes

El buen uso de la tecnología en la educación engloba varios factores importantes, como establecer algunas normas y límites, ser ejemplo de los hábitos que queremos inculcar en los niños y jóvenes respecto al uso de las pantallas, y conversar más en casa acerca los pros y contras de estos dispositivos. Eso sí, siempre estando abierto a escuchar las opiniones de ellos o ellas.

El decálogo para integrar la vida digital en nuestros hijos e hijas se puede resumir en cinco claves:

  1. Saber que los peques son nativos digitales. Prohibir o permitir en exceso no es la solución, sino brindar respuestas a sus necesidades educativas.
  2. Aceptar que somos padres y madres inmersos en una época moderna. No podemos responsabilizar a la tecnología de la conducta de nuestros hijos e hijas.
  3. Incentivar la cultura digital y alimentar nuestros conocimientos respecto al entorno online, para transferir estos saberes a los pequeños de la casa.
  4. Establecer una mayor comunicación en el hogar sobre cualquier tipo de tema, incluyendo la tecnología cuando el momento lo requiera.
  5. Dejar que la tecnología forme parte de nosotros y nosotras y permitir que haga la diferencia en el ámbito educativo.

Conclusiones

Si los docentes y progenitores queremos educar en un mundo subyugado por la tecnología digital, con el objetivo de preparar a los jóvenes para un futuro que se prevé seguirá siendo digital, tenemos que ser receptivos e incorporar la vida digital en el aula y en el entorno familiar. Además, el buen uso de la tecnología en la educación no renuncia al compromiso de criar con valores, afecto, comprensión y firmeza.

Definitivamente, el acceso a las pantallas en los niños y jóvenes es una entrada a una dimensión en la que los retos y las oportunidades están a la orden del día. Por lo  tanto, orientar el uso de los dispositivos digitales de manera positiva, podría actuar como un componente sumamente enriquecedor, para que nuestros hijos e hijas cuenten con una mejor formación educativa en los años venideros.

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